APA
AMERICAN PSYCHOLOGY
ASSOCIATION
ASOCIACION DE PSICOLOGIA AMERICANA
LOS 14-PRINCIPIOS PSICOLÓGICOS
DEL APRENDIZAJE
En diciembre de 1995, la Comisión de Asuntos Educativos de la APA hizo
circular un borrador de sus Principios psicológicos centrados en el
estudiante: un marco de referencia para el rediseño y la reforma
escolar (revisión preparada por un grupo de trabajo de la Comisión de Asuntos
Educativos de la APA. El documento fue recibido con entusiasmo
y críticas. Sus autores piensan continuar las revisiones, pero este borrador es
un planteamiento preciso de los defensores del aprendizaje y
la motivación centrados en el estudiante. Los principios son:
PRINCIPIO 1 – La naturaleza del proceso de aprendizaje
Hay diferentes clases de aprendizaje: del aprendizaje de
hábitos en las destrezas motoras, a la generación de conocimiento, al
aprendizaje de destrezas y estrategias cognoscitivas. El aprendizaje de las
materias escolares complejas es más sólido cuando es un proceso intencional de
asignación de significados a partir de la información y la experiencia. Los
estudiantes exitosos son activos, se orientan a las metas, son autorregulados,
persistentes y aceptan la responsabilidad de contribuir a su propio
aprendizaje.
PRINCIPIO 2 – Metas del proceso de aprendizaje
El estudiante exitoso, con tiempo, apoyo y dirección, puede
crear representaciones significativas y coherentes del conocimiento. Para
aprender, los estudiantes necesitan tener una meta. Para adquirir conocimientos
útiles y estrategias para seguir aprendiendo toda la vida,
necesitan perseguir metas que les parezcan importantes. Los maestros pueden
ayudar a sus alumnos a establecer metas a corto y a largo plazo que sean
significativas para ellos y adecuadas para la educación.
PRINCIPIO 3 – La elaboración del conocimiento
El estudiante exitoso vincula de manera coherente la nueva información con
el conocimiento que ya posee. Como cada estudiante tiene experiencias
diferentes y puesto que la mente funciona para relacionar la información de
forma que tenga sentido, cada uno organizará la información a su propia manera.
Los maestros pueden ayudar a sus discípulos a lograr
interpretaciones compartidas del conocimiento y las destrezas importantes; sin
embargo, a menos que los nuevos conocimientos se integren con los que ya se
poseen, quedarán aislados y será difícil aplicarlos a nuevas situaciones.
PRINCIPIO 4 – Pensamiento estratégico
El estudiante exitoso crea y utiliza una diversidad de destrezas de
pensamiento y razonamiento para lograr metas complejas de aprendizaje. Los
estudiantes exitosos utilizan el pensamiento estratégico en el aprendizaje, el
razonamiento, la solución de problemas y el aprendizaje de conceptos. Usan
diversas estrategias y continúan ampliando su repertorio al reflexionar sobre
estas estrategias y modificarlas, al observar a los demás y al beneficiarse de
la instrucción recibida.
PRINCIPIO 5 -Pensamiento sobre el pensamiento
Las estrategias de orden superior para “pensar en el pensamiento y
el aprendizaje” y para supervisar las operaciones mentales, facilitan
el pensamiento creativo y crítico y fomentan la destreza.
Los estudiantes exitosos reflexionan sobre la forma en que aprenden,
establecen metas razonables, seleccionan estrategias adecuadas, supervisan el
progreso hacia las metas y cambian las estrategias cuando sea necesario. Estas
habilidades pueden adquirirse por instrucción.
PRINCIPIO 6 -El contexto del aprendizaje
El aprendizaje está influido por factores ambientales que incluyen la
cultura, la tecnología y la instrucción. El educador traba
relaciones importantes tanto con los estudiantes como con los ambientes de
aprendizaje. La instrucción debe ajustarse al nivel de los conocimientos, las
habilidades cognoscitivas y las formas de pensamiento del estudiante. Las
cualidades culturales del ambiente del aula son muy importantes en el
aprendizaje.
PRINCIPIO 7 – Influencias motivacionales y emocionales
en el aprendizaje
La profundidad y la amplitud de la información procesada y el qué y el cómo
se aprende y se recuerda están influidos por (a) la conciencia y las opiniones
del individuo acerca del control personal, su competencia y habilidad, (b) la
claridad e importancia de valores, intereses y metas personales, (c) sus
expectativas de éxito o fracaso, (d) el afecto, las emociones y los estados
generales de la mente, y (e) la motivación resultante para aprender.
El mundo interno de creencias, metas y expectativas puede facilitar o
interferir con el aprendizaje. Las cogniciones y emociones negativas
intensas (por ejemplo, sentimientos de inseguridad, preocupación por el
fracaso, la conciencia de sí mismo o la timidez y el temor al castigo, al
ridículo o a las etiquetas estigmatizantes) frustran el aprendizaje
complejo.
PRINCIPIO 8 – Motivación intrínseca para aprender
La motivación intrínseca, la creatividad y el pensamiento de orden superior
son estimulados por tareas de aprendizaje relevantes, auténticas, de un nivel
óptimo de dificultad y novedad para cada estudiante. Los estudiantes necesitan
oportunidades para tomar decisiones sobre el aprendizaje que estén de acuerdo
con sus intereses personales. Es más probable que sean creativos y piensen a
profundidad en proyectos que son tan complejos como las situaciones del mundo
real.
PRINCIPIO 9 – Efectos de la motivación sobre el
esfuerzo.
El aprendizaje de destrezas y conocimiento complejos requiere de un
esfuerzo prolongado, persistencia y práctica (con orientación y
retroalimentación). El aprendizaje de una materia difícil necesita una
inversión considerable de tiempo y energía por lo que, a menos que los
estudiantes estén motivados para aprender, es poco probable que hagan el
esfuerzo requerido sin ser coaccionados.
PRINCIPIO 10 – Restricciones del desarrollo y
oportunidades
Los individuos progresan por las etapas del desarrollo físico, intelectual,
emocional y social que son función de factores genéticos únicos y del ambiente.
Los estudiantes aprenden mejor cuando los materiales son apropiados para el
grado de desarrollo. El énfasis excesivo en una forma de preparación (por
ejemplo, estar listo para la lectura) puede interferir con el desarrollo
en otras áreas.
PRINCIPIO 11 – Influencias sociales en el aprendizaje
El aprendizaje está influido por las interacciones sociales y la
comunicación con los otros. El aprendizaje se facilita cuando los estudiantes
tienen la oportunidad de relacionarse y colaborar entre sí en las tareas
instruccionales. Las situaciones de aprendizaje que permiten y respetan la
diversidad, fomentan el pensamiento flexible, la competencia social y el
desarrollo moral. El aprendizaje y la autoestima se fortalecen cuando los
individuos mantienen relaciones de respeto e interés con otros que ven su
potencial, aprecian sus dotes y los aceptan como individuos. La autoestima y el
aprendizaje se refuerzan.
PRINCIPIO 12 – Las diferencias individuales en el
aprendizaje
Los individuos tienen capacidades distintas. Estas diferencias son una
función del ambiente (lo que se aprende y comunica en diversas culturas
o en otros grupos sociales) y de la herencia (lo que ocurre de
manera natural como función de los genes). Mediante el aprendizaje y
la aculturación social, los aprendices han adquirido preferencias sobre el
estilo y el ritmo para aprender. Pero estas preferencias no siempre ayudan a
los estudiantes a alcanzar sus metas, por lo que los maestros deben ayudarlos a
analizar sus preferencias de aprendizaje y, de ser necesario, ampliarlas o
modificarlas, a la vez que mantienen el respeto por las diferencias
individuales.
PRINCIPIO 13 – Aprendizaje y diversidad
El aprendizaje es más sólido cuando se toman en consideración las
diferencias en las conductas lingüísticas, culturales y sociales del
estudiante. Aunque los principios básicos del aprendizaje, la motivación y la
instrucción eficaz pueden aplicarse a todos los que aprenden, el lenguaje, el
grupo étnico, las convicciones y el nivel socioeconómico influyen en el
aprendizaje.
Cuando los estudiantes ven que sus diferencias en habilidad, antecedentes y
cultura son aceptadas y respetadas, la motivación aumenta y el aprendizaje se
fortalece.
PRINCIPIO 14 – Normas y evaluación
El establecimiento de normas apropiadamente altas y desafiantes y la
evaluación tanto del estudiante como del proceso de aprendizaje forman parte
integral del aprendizaje exitoso. La evaluación proporciona información
importante tanto al educando como al maestro en todas las etapas del proceso de
aprendizaje. La evaluación que se hace sobre la marcha puede ofrecer
retroalimentación del progreso hacia las metas. Cuando se emplean
apropiadamente, las evaluaciones estandarizadas, de desempeño y las autoevaluaciones
pueden guiar la planeación instruccional, apoyar la motivación y ofrecer las
correcciones necesarias para guiar el aprendizaje.
La enseñanza basada en esos principios centrados en el estudiante puede
garantizar la participación activa de los estudiantes en la solución de
problemas, la práctica de estrategias de aprendizaje, la toma de decisiones y
el descubrimiento de ideas importantes.
Referencia: Woolfolk,
Anita E. “Psicología Educativa” Enseñar para Aprender. 7ma. Edición. Editorial
PRENTICE HALL. México. 1999. pág. 514
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